(303= 50 días)
Nada estaba bien, no podía olvidarlo y ahora sus actitudes me sugerían que lo empezara en ver sólo como amigo.
(45= 20 días)
Uoo ooh ooh oooh oh my gosh, nos pasábamos hablando tonterías y riéndonos de ellas.
(87= 25 días)
No había conversación más interesante de aquellas al terminar el día.
(95= 28 días)
Cualquier lugar se convertía en el sitio para soñar despierta.
(109= 30 días)
Voz en off: Para Didis esa fue la noche en que todo cambió. La pared tras la que él se escondía; la pared de la distancia, el espacio, lo casual; esa pared se caía lentamente. Ahí estaba Didis, en su mundo. Un lugar que pocos estaban invitados a ver. Y ahí estaba él queriéndole a ella y a nadie más.
Las palabras se complementaban con ese cariño desbordante.
Voz en off: Mientras escuchaba, Didis se dio cuenta que momentos así, él no los había vivido antes. Ella pudo sentir la pared cayéndose. Se preguntaba si alguien más había llegado tan lejos. Es por eso que las siguientes seis palabras lo cambiaron todo: «Nunca había vivido esto con cualquiera» Entonces creí que yo no era cualquier persona.
Y ahora ¿qué éramos exactamente? ¿Éramos novios? No era tan simple, ¿acaso estábamos en el colegio? Éramos adultos, sabíamos lo que sentíamos y no precisábamos de títulos: “novio” “novia”, todo eso era muy infantil. Aunque mis amigas me sugerían que definiera la relación, no eran el mejor modelo a seguir en relaciones modernas.
(118= 32 días)
Entonces, ¿qué debía hacer? Mi mejor amiga respondió: “pregúntale”. “Mmmm… por qué apresurar las cosas, vamos bien hasta el momento; las etiquetas arruinan todo, es como decir… te amo”. Ella me insistió: “sólo pregúntale; es obvio que tienes miedo de la respuesta y que pueda romper la ilusión creada en estas semanas. Si fuera yo, lo descubriría ahora antes que encuentre un lugar mejor y termine en la cama con Lane, la gringa”. “¿Quién es Lane, la gringa?” “Sólo una mujer que conoció en la playa… me tengo que ir” “Espera, no hemos terminado” “No seas cobarde”
Unas horas más tarde estaba frente a él y me lancé a preguntarle: “¿Qué estamos haciendo?” a lo que el graciosamente respondió: “yendo a un bar”. “No, quiero decir ¿qué pasa entre nosotros?” “No lo sé. ¿a quién le importa? Estoy contento, ¿tú no?» “Sí” “Bien” (en el fondo se escucha Quelqu’un m’a dit de Carla Bruni).
(259= 41 días)
Era una noche más y mi mejor amigo se quedó a dormir en el departamento. Ante esta situación, él no podía ocultar sus celos y buscó excusas para estar cerca a nosotros. Esa velada fue maravillosa, nos reímos hasta más no poder, pero ya era hora de descansar: “buenas noches” y él en vez de irse, se quedó en la habitación. Al ver mi cara de enojo , él me preguntó: “¿cuál es el problema?” “yo, sólo… no puedo creer lo que estás haciendo” “pero esto es por ti” “¿es por mi bien?” “sí” “la próxima vez no lo hagas, porque no necesito que me cuides” Y me viré a mi lado de la cama. No podía dormir. Un par de horas después volteé hacia él y le susurré “lo siento por haberme enojado contigo” porque sabía que lo que en verdad me molestaba era esa sensación de inestabilidad y yo solo quería consistencia; tal vez en sus sueños me decía que no podía darme eso. Nadie podía. De todas formas mis anteriores relaciones no habían funcionado, por lo que siempre sucede… la vida.
(191= 38 días)
Era fantástico cómo cada detalle nos alegraba el corazón.
(314= 52 días)
No podía creer que las mismas cosas que antes me provocaban alegría, ahora me deprimían.
(321= 55 días)
Todo el mundo notaba la tristeza que me rodeaba, incluso él, que pensaba que de un día para el otro todo cambió para mal.
(167= 36 días)
No podía ocultar mi felicidad, los ojos me brillaban y en mi rostro siempre había una sonrisa.
(322= 56 días)
Lo odiaba. Odiaba sus dientes torcidos, su corte de cabello; odiaba sus rodillas; odiaba su pequeña mancha cerca del labio: odiaba como forzaba su vista; me fastidiaba el sonido de su risa escandalosa. Odiabaaaaaa escuchar canciones de amor.
(345= 58 días)
Me arriesgué a salir con otro chico, pensé que funcionaría hasta que terminé contándole mi historia y cantando a viva voz canciones que me recordaban a él.
(402= 61 días)
Quería que todo volviera a la normalidad. Él en su mundo y yo en el mío. Y de repente, aparece de la nada, tal como lo vi la primera vez, y me invita a compartir algo con él. Para variar, estábamos los dos riéndonos. La luz de la noche estrellada era la única que nos iluminaba y aunque no había música, en mi mente sonaba alguna canción de Tiziano Ferro, porque me cansé de las canciones en inglés, y empezamos a bailar al son de nuestros cuerpos. La luz, casi apagada, de la ilusión otra vez se encendió.
Mientras tanto en el algún lugar del mundo, una de mis mejores amiga afirmaba: “supongo que tuve suerte. Nos conocimos por un amigo, solo conectamos, tú entiendes”; en cambio mi otra amiga decía: “¿amor?, qué sé yo. Mientras sea guapo, soy flexible en la belleza, así que…” Y si me preguntaban a mí, pues sólo escucharían un profundo silencio.
(408= 62 días)
Era la primera noche que compartiríamos juntos después del reencuentro.
Voz en off: Didis caminó hacia la fiesta, entusiasmada por la promesa de la noche. Ella creía que esta vez, sus expectativas se alinearían con la realidad.
Expectativas
Llegaríamos tomados de la mano.
Él me sonreiría al hablar.
Bailaríamos toda la noche juntos.
Saldríamos a contemplar la noche.
Me abrazaría para agradecerme por la salida.
Me daría un beso inolvidable.
Regresaríamos abrazados.
Realidad
Llegamos cada uno por su lado.
Casi ni me dirigió la palabra.
Bailó con otra chica y la intentó besar.
Salimos a discutir.
Lo sostuve para evitar que se cayera por la borrachera.
Lo empujé por intentar besarme.
Regresamos más enojados que nunca.
Todo lo que dibujé se borró en un segundo.
(440= 65 días)
Esa relación no tuvo sentido.
(441= 66 días)
Insisto, esa relación no tiene sentido.
(441 1/2= 66 1/2 días)
¡Ashh! enamorados… mejor busquen un motel.
(442= 67 días)
Estoy segura, esa relación no tendrá nunca sentido. Pero ahora era cuando debía encontrarle uno a mi vida, no a partir de lo que dicen las canciones o nos muestran las películas, sino de lo que mi corazón quería.
(450= 70 días)
Hay muchos peces en el mar, estaba de acuerdo, pero mi corazón aún lo quería. Mi amiga me dijo: “sé que piensas que él era el adecuado, pero yo no. Pienso que sólo recuerdas las cosas buenas; la próxima vez que mires hacia atrás, yo creo que deberías revisarlo bien” Como cuando crees que se te aproxima la muerte, vi escenas de esa relación cruzar frente a mí: los momentos en los que nunca empezó y los que me recalcaron que así era; también momentos desapercibidos, pero que eran la muestra de que, aunque él nunca lo dijera, creía en el amor.
(456-476= 72-78 días)
Esa semana se pasó muy rápido. Aproveché para salir con amigos que había descuidado, para conocer unos nuevos y para desempolvar mis sueños. Mientras, él buscó una nueva persona para fingir felicidad por el rato.
(488= 79 días)
Y ahí estábamos parados el uno frente al otro, sin decir nada, solo procurando hablar con nuestras miradas cuando ya ni un gesto tenía razón de ser. Era la última vez que estábamos así, pero no podía contener mis reproches acerca de su verdadera relación, su engaño y un sinnúmero de cosas que no me dejaron ser feliz. Así como mi sentimiento no tenía explicación, los suyos tampoco; como una vez le dije, simplemente sabes cuando lo sientes y él ahora sabía… lo que nunca supo conmigo.
Le dije que lo peor era darse cuenta que todo lo que yo creía era una mentira: el destino, el alma gemela, amor verdadero y esos cuentos de hadas; que él tenía razón: todo eso era una fantasía. Él me dio un abrazo y agregó que el amor sí existía, que yo estaba en lo correcto, sólo que no acerté al sentir eso hacia él.
Ese día se marchó y, aunque lo mas probable era que algún momento nos volveríamos a ver, nuestras vidas nunca serían igual que a la de estos días. Al cruzar la puerta sólo pensé “realmente quiero que seas feliz”.
(500= 80 días)
Voz en off: La mayoría de los días del año son comunes, comienzan y terminan sin permanecer en la memoria del tiempo. La mayoría de los días no afectan el transcurso de la vida. 13 de agosto fue un viernes.
Salí a empezar mi nueva vida y en el trayecto me encontré con un chico. Aseguró haberme visto antes, pero le dije que yo a él no y me respondió que tal vez no estaba mirando.
Voz en off: Si Didis aprendió algo, es que no puede asignar un significado cósmico a un simple evento. Lo que es, debía simplemente suceder. Al fin comprendió que no existe tal cosa llamada DESTINO. Nada está destinado a ser. Ella lo sabía, estaba segura ahora. Didi estaba…
Yo estaba muy segura de cada uno traza su propio camino. Volví mi mirada al chico y le dije que me gustaría seguir viéndolo: “Yo soy Didis” “Un gusto, dime Autumn”
Por qué no empezar una historia de “500 days with Autumn”, si al fin y al cabo algún día alguien vivirá 500 (más o menos tantos) días conmigo, o mejor dicho, sin mí.